Se enuncia en cada decena el “misterio”, después de una breve pausa de reflexión, se rezan: un Padre nuestro, diez Avemarías y un Gloria.
A cada decena del Rosario se puede añadir una invocación.
A la final del Rosario se recita la Letanía Lauretana, u otras oraciones marianas.
Padre nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad así en la Tierra como en el Cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.
(en las 10 cuentas chicas)Dios te salve María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
(En cada cuenta grande)Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
Oh buen Jesús, perdona nuestros pecados. Líbranos del fuego del Infierno. Lleva al Cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misercordia.
Padre nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad así en la Tierra como en el Cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación, y líbranos del mal. Amén.
Avemaría por al fe:Dios te salve María Santísima, hija de Dios Padre, virgen purisima antes del parto, en tus manos encomendamos nuestra fe para que la ilumines, llena eres de gracia el Señor es contigo. Bendita tú entre las mujeres bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Avemaría por la esperanza:Dios te salve María Santísima, madre de Dios Hijo, virgen purisima en el parto, en tus manos encomendamos nuestra esperanza para que la alientes, llena eres de gracia el Señor es contigo. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Avemaría por la caridad:Dios te salve María Santísima, esposa de Dios Espiritu Santo, virgen purisima después del parto, en tus manos encomendamos nuestra caridad para que la inflames, llena eres de gracia el Señor es contigo. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria:
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo. Amén.
Señor, ten piedad, Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad, Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad, Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos, Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos, Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios, Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, que eres un sólo Dios, ten piedad de nosotros.
Santa María, ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios, ruega por nosotros.
Santa Virgen de las Vírgenes, ruega por nosotros.
Madre de Cristo, ruega por nosotros.
Madre de la Iglesia, ruega por nosotros.
Madre de la divina gracia, ruega por nosotros.
Madre purísima, ruega por nosotros.
Madre castísima, ruega por nosotros.
Madre siempre virgen, ruega por nosotros.
Madre inmaculada, ruega por nosotros.
Madre amable, ruega por nosotros.
Madre admirable, ruega por nosotros.
Madre del buen consejo, ruega por nosotros.
Madre del Creador, ruega por nosotros.
Madre del Salvador, ruega por nosotros.
Madre de misericordia, ruega por nosotros.
Virgen prudentísima, ruega por nosotros.
Virgen digna de veneración, ruega por nosotros.
Virgen digna de alabanza, ruega por nosotros.
Virgen poderosa, ruega por nosotros.
Virgen clemente, ruega por nosotros.
Virgen fiel, ruega por nosotros.
Espejo de justicia, ruega por nosotros.
Trono de la sabiduría, ruega por nosotros.
Causa de nuestra alegría, ruega por nosotros.
Vaso espiritual, ruega por nosotros.
Vaso digno de honor, ruega por nosotros.
Vaso de insigne devoción, ruega por nosotros.
Rosa mística, ruega por nosotros.
Torre de David, ruega por nosotros.
Torre de marfil, ruega por nosotros.
Casa de oro, ruega por nosotros.
Arca de la Alianza, ruega por nosotros.
Puerta del Cielo, ruega por nosotros.
Estrella de la mañana, ruega por nosotros.
Salud de los enfermos, ruega por nosotros.
Refugio de los pecadores, ruega por nosotros.
Consoladora de los afligidos, ruega por nosotros.
Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros.
Reina de los Ángeles, ruega por nosotros.
Reina de los Patriarcas, ruega por nosotros.
Reina de los Profetas, ruega por nosotros.
Reina de los Apóstoles, ruega por nosotros.
Reina de los Mártires, ruega por nosotros.
Reina de los Confesores, ruega por nosotros.
Reina de las Vírgenes, ruega por nosotros.
Reina de todos los Santos, ruega por nosotros.
Reina concebida sin pecado original, ruega por nosotros.
Reina asunta a los Cielos, ruega por nosotros.
Reina del Santo Rosario, ruega por nosotros.
Reina de la familia, ruega por nosotros.
Reina de la paz, ruega por nosotros.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, danos la paz.
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo. Amén.
Te rogamos nos concedas, Señor Dios nuestro, gozar de continua salud de alma y cuerpo; y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, vernos libres de las tristezas de la vida presente y disfrutar de las alegrías eternas.
Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Señor Dios, cuyo unigénito Hijo con su vida, muerte y Resurrección, nos alcanzó el premio de la salvación eterna, danos a los que meditamos estos Misterios del Santo Rosario, la virtud de imitar lo que contienen y alcanzar lo que prometen, por Cristo nuestro Señor. Amén.